
Los consumos de drogas y los problemas que de ellos pueden derivarse han cambiado profundamente en los últimos años.
No estamos ya en los tiempos de la heroína como droga “estrella”, con sus secuelas de marginalidad, inseguridad ciudadana y deterioro físico de sus consumidores, que generó una gran alarma social y llevó a la construcción de una estructura de respuesta que aún pervive.
Los protagonistas hoy son otras sustancias y los usos que se hacen de ellas. Los problemas derivados de los consumos actuales son muy distintos a los de la heroína y se relacionan con cuestiones que preocupan mucho a la sociedad, pero que ésta no identifica con las drogas (fracaso escolar, violencia, accidentes de tráfico y laborales, sanitarios, etc.). Nos encontramos pues ante una realidad distinta y más compleja, pero igualmente grave.
La cirrosis afecta ya a menores de 20 años. Los expertos achacan, en gran parte, a la cultura del "botellón". Los jóvenes tienen una percepción del riesgo baja o media y ven como algo normalizado que el lugar para divertirse es el botellón y no ven consecuencias a corto plazo.
Hola!! A mí me ha gustado mucho cómo habeis llevado la presentación y cómo os habeis gestionado para que pudiéramos debatir y exponer nuestra visión. Además me ha parecido una buena idea plantearnos esas preguntas.
ResponderEliminarMiriam Sanz
Es cierto que la "cultura botellón" ha quedado bien anclada en los jóvenes pero, a mi parecer, en este tema confluyen asuntos a tener en cuenta:
ResponderEliminar- La normalización del consumo de bebidas alcohólicas en España y su interrelación con el tiempo de ocio y las relaciones sociales.
- La demonización de los jóvenes actuales por parte de los medios de comunicación de masas y de la sociedad en su conjunto ('ninis', vagos, consumistas, nivel educativo mediocre, etc.)
- El exceso de información de los jóvenes hoy con respecto a los anteriores sobre las sustancias consumidas y sus efectos, que tienen consultan y valoran por su cuenta.
- La necesidad de alternativas de ocio efectivas y con un coste razonable para los jóvenes españoles.
Y con esto no me muestro a favor del botellón, sino del debate.
Buen trabajo Priscila ;)